Febrero es sin duda el mes del amor. Y San Valentín una fecha especial para más de un enamorado preocupado por demostrar su cariño con algún regalo. Para esas ocasiones existen los presentes clásicos, como un hermoso ramo de rosas, y otros más originales, propios de los que planean escapadas para disfrutar la fecha como se debe. Para los que gozan de los viajes y comparten este espíritu les recomendamos en esta ocasión una estancia de ensueño en el lujoso hotel Cipriani y su Palazzo Vendramin en Venecia, un resort de lujo que pertenece a la exclusiva cadena hotelera Orient Express.
Ubicada al norte de Italia, en la costa del mar Adriático, Venecia es una mágica ciudad de canales y góndolas, conocida como “La reina del Adríatico”, y también como “La serenissima ”. Además de sus hermosos palacios y refinado arte, llama la atención de sus visitantes su ausencia de calles. Diseñada para transitar en botes, la ciudad es dominada por un ancho canal con forma de S invertida llamado Canal Grande, donde desembocan otros canales estrechos, y que separa los dos núcleos urbanos mayores.
177 canales menores, 118 islas conectadas por cerca 400 puentes peatonales. Esto es Venecia, la cuna del amor. El lugar ideal para que alimentar el romance. Un paraíso de ensueño donde el Hotel Cipriani es la cereza. A cuatro minutos en lancha privada desde San Marco, este icónico resort ofrece inigualables vistas de lagunas y palacios. Con una arquitectura de estilo veneciano, este hotel es famoso por su innovadora cocina de toques clásicos y por albergar la piscina más fabulosa de Venecia, que es además la única de todo el centro: olímpica, de 32 por 19 metros y llena de agua de mar filtrada. Una maravilla para refrescarse antes de ir a pasear por la ciudad, y vivir un momento de glamour, como si fuese parte de una película italiana. Por la noche, después de las celebraciones del hotel alrededor de la piscina, los visitantes son testigos de un espectáculo luminoso, protagonizado por los fuegos artificiales que provienen de la Fondamenta delle Zitelle.
El hotel cuenta con 79 habitaciones, todas con magníficas vistas hacia lagunas y jardines. Los visitantes también pueden hospedarse en el Palazzo Vendramin, una residencia que data del siglo XV y que se encuentra cruzando un camino de flores desde el hotel. Este cuenta con 16 suites con vistas a la fabulosa Plaza San Marcos.
Construida sobre más de 100 pequeñas islas, Venecia es una ciudad que se recorre mejor en bote. Y el hotel Cipriani ofrece a sus visitantes a ‘Shirley’ una embarcación privada, de madera y conducida por un capitán experto, listo para responder a todas las preguntas. El centro, pleno de pequeños canales y entrañables islas, donde destacan tres: la de Murano, donde se crean fantásticas piezas de vidrio, Burano con sus pintorescas casitas de pescadores, y Torcello, que alberga una magnífica catedral Bizantina.
Otra de las facilidades que ofrece el hotel Cipriani es el acceso, a través de su bote privado, hacia el Club de golf de Venecia. Un campo ubicado en Aberonia, al sur de la isla de Lido, a 40 minutos del hotel, que fue inspirado por Henry Ford, el afamado presidente de la compañía de autos quien al llegar a Venecia en 1926 junto con su equipo de golf, se vio decepcionado de no encontrar un lugar donde jugar su deporte favorito. Fue así que su buen amigo y anfitrión, el conde Giuseppe Volpi di Misurata, buscó el espacio para construir uno. Y cuatro años después nació el prestigioso club de 18 agujeros que cubre 100 hectáreas, rodeado de árboles ancestrales y pequeños lagos.
En cuanto a los restaurants y bares, el lujoso hotel Cipriani cuenta con tres glamorosos recintos donde sus cartas compiten en espectacularidad. Desde el restaurante Porticciolo en la piscina con sus buffets y snacks, hasta el desenfadado Cip’s Club y sus inigualables vistas, pasando por el Restaurant Fortuny con su hermosa decoración, todos ofrecen una cocina de sabores sublimes y un servicio excepcional.
No olvidemos su spa con sus equipos de última tecnología, y el Casanova Wellness Centre , corazón saludable del Cirpiani que fue bautizado en honor al legendario amante quien alguna vez tuvo citas clandestinas en sus jardines. Destacan entre los servicios los masajes para parejas, los baños en aceites esenciales con pétalos de rosas, entre otros lujos para renovar al cuerpo y alma, solo o acompañado. ¿Se anima?